Abordaje epidemiológico de un brote de trastorno conversivo epidémico en adolescentes
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Abstract
Introducción. En la bibliografía mundial existen informes sobre la existencia de brotes del trastorno conversivo epidémico, la mayoría de los cuales se relaciona con personal que labora en fábricas, generalmente bajo condiciones de estrés o presión. Los objetivos de este estudio fueron: encontrar el origen o causa del brote en la población afectada, identificar el mecanismo de transmisión del evento, y determinar los factores de riesgo asociados al mismo. Material y métodos. La investigación incluyó: 1) un censo y la búsqueda activa de los alumnos afectados, 2) la realización de un estudio de casos y controles para identificar factores de riesgo asociados al problema mencionado, 3) toma de muestras de alimentos y bebidas, para su estudio microbiológico y toxicológico, 4) investigación en SEDESOL sobre el grado de contaminación atmosférica. Resultados. Se identificaron 455 alumnos en el turno matutino. Se detectó un total de 52 casos acordes con la definición operacional, lo cual correspondió a una tasa de ataque de 11.4%; 27 mujeres y 25 hombres. Se entrevistó a todos ellos y se detectó que la frecuencia de síntomas entre los alumnos fue como sigue: desmayo 100%, cefalea 88%, parestesias 56%, dificultad para la movilización de alguna extremidad 35%, ardor de ojos 27%, ardor de nariz 10%, dolor abdominal 3% y vómito 3%. La tasa de ataque fue significativamente más alta en las niñas menores de 15 años (91%) que en las de mayor edad (9%). El género femenino presentó 7 veces mayor riesgo de ser caso y, en relación a la edad, las menores de 15 años tuvieron 4 veces mayor probabilidad de ser casos (p< 0.05). La tasa de ataque por ubicación de los alumnos dentro del plantel fue: planta baja 22.4%, primer piso 7.1% y segundo piso 4.1%. Un 60% de los casos se encontró en dos grupos escolares (1ºB y 2ºA), estos se encontraban en la planta baja durante el desarrollo del suceso. El pertenecer a alguno de estos dos grupos representó 7 veces más riesgo de ser caso (p<0.05). La bebida “X” que en un inicio fue señalada como la culpable del brote, durante el análisis estadístico mostró una razón de momios menor a uno (factor de protección y no de riesgo). Ninguno de los alimentos examinados resultó positivo en las pruebas de detección de agentes tóxicos y microbiológicos. Discusión. Las pruebas estadísticas que se realizaron, mostraron que el número atribuible de casos que se explicaría mediante los diferentes riesgos calculados, es muy bajo en relación con el número total de casos. Para complementar estos resultados se realizó un análisis multivariante en aquellas variables que resultaron significativas o con riesgo de ser caso; de esta forma se comprobó que el tener una edad menor a 15 años y pertenecer al sexo femenino son factores interactivos. De la misma manera las variables: ser caso, pertenecer al sexo femenino y comer tortas preparadas en casa, son interactivas, pero el número atribuible de casos sólo explica 32% de ellos, actuando las variables “comer tortas, galletas, dulces y palomitas de maíz”, como factores de confusión dentro del análisis. En cuanto al grado de contaminación ambiental, se observó que el nivel de ozono en la zona centro, estaba en rango bajo el día de los hechos y sólo se podría relacionar con molestias oculares o en las vías respiratorias en personas sensibles. Consideramos que si esto hubiera sido el agente etiológico no se hubiera delimitado el problema específicamente al plantel escolar. Las pruebas psicológicas aplicadas a los casos, determinaron que existieron diferencias entre la capacidad de responder a una situación de emergencia y la susceptibilidad a ser influenciable por el medio. Además, la diseminación visual y auditiva fueron las vías a través de las cuales se difundió el brote dentro del plantel. El diagnóstico final al que se llegó por exclusión, fue el de trastorno conversivo epidémico.
Keywords:
brote, adolescentes, trastorno conversivo epidémico