Soporte emocional y vivencias del VIH: Impactos en varones y mujeres mexicanos desde un enfoque de género
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Abstract
Introducción Aun cuando las cifras de infección en México son mayores entre hombres que en mujeres (71.5 y 28.5% respectivamente), el análisis de la epidemia desde un enfoque de género arroja luz sobre posibles similitudes y diferencias en la experiencia de vivir con VIH/SIDA para ambos. El interés del presente estudio se centró en identificar diferencias de género en el soporte emocional y social proveniente de las redes de apoyo de estas personas. En este artículo nos referiremos a dos situaciones particulares: primero, la percepción de la manera en que se adquirió el virus, lo cual sirve como ejemplo de la construcción social del género que impacta en las emociones y vivencias de la enfermedad según se sea mujer u hombre, y segundo, el proceso de transformación por el que las personas con VIH reorganizan sus necesidades y circunstancias después del diagnóstico. Material y métodos: Se realizaron entrevistas en profundidad a personas que viven con VIH/SIDA (20 hombres y 20 mujeres), en estado ambulatorio y con más de un año de diagnóstico, en cuatro Estados de la República Mexicana (Morelos, Guerrero, Estado de México y el Distrito Federal),todas ellas autodefinidas como heterosexuales. La información se analizó de manera inductiva usando elementos de la teoría fundamentada. Con base en una tipología de códigos y definiciones creada a partir de la guía de entrevista y reconformada a lo largo del proceso de codificación, se organizó la información por temas emergentes. Resultados: La mayor parte de los hombres tendió a recibir el diagnóstico de VIH como algo «sospechado», mientras que la mayoría de las mujeres como «inimaginable», lo cual se relaciona con normas de género que limitan la capacidad de las personas para actuar frente al VIH. Mientras que la mayoría de las mujeres informó tener menos parejas sexuales y más estables a lo largo de su vida, los hombres reportaron mayor número de encuentros sexuales ocasionales, con hombres o mujeres, incluso cuando vivían con una pareja estable. Aunque en algunos casos no había certeza sobre quién transmitió el virus a quién, en su mayoría los hombres asumían la responsabilidad de haber infectado a sus parejas. Lo anterior desencadenaba procesos diferenciados de manejo de la información acerca del diagnóstico, de sentimientos de culpa o resentimiento, así como del estado emocional con que unos y otras manejaban su nueva condición de seropositivos(as).El contacto con redes sociales alternativas, que permiten resignificarlas normas sociales y estructuras rígidas de género, puede tener efectos positivos para hombres y mujeres con VIH. La participación en grupos de auto apoyo y la oportunidad de relacionarse con otras personas que viven con VIH/SIDA constituyó para hombres y mujeres la posibilidad de enfrentar la enfermedad de forma menos solitaria, de acceder a información veraz, a mejores condiciones de vida y de atención en salud. Es decir, su participación en grupos posibilitó tomar la enfermedad en sus manos dándoles la oportunidad de modificar sus relaciones personales y estructuras de género. Discusión: Los efectos positivos así como las limitaciones de los grupos y redes sociales de apoyo a hombres y mujeres con VIH, muestran la necesidad de establecer programas y políticas de prevención y atención bajo una perspectiva de género y de derechos humanos, que entre otros beneficios ayude a incrementar la calidad de vida de estas personas
Keywords:
Género, diagnóstico, experiencia viviendo con VIH, apoyo psicosocial, México