Evaluación del funcionamiento social en pacientes mentales: su importancia en el campo de la salud mental

Abstract

Un aspecto que día a día cobra trascendencia en el campo de la salud mental es el que se refiere a la importancia e influencia de los factores sociales y culturales en las enfermedades y padecimientos que antes eran considerados exclusivamente desde el punto de vista orgánico y psicológico. La influencia de estos factores sociales y culturales ha motivado a médicos, psiquiatras y psicólogos a desarrollar técnicas e instrumentos para evaluar el funcionamiento social de los individuos, especialmente de aquéllos considerados como desviados socialmente, los cuales, por apartarse de las normas impuestas por la sociedad, son sometidos a tratamientos psicoterapéuticos así como a diversos programas de rehabilitación. Los factores sociales pueden afectar muchas condiciones clínicas que se presentan en la práctica hospitalaria y, por lo tanto, pueden precipitar o prolongar la enfermedad mental. En muchos casos, el contenido clínico del problema es mínimo y la consulta se puede deber a la incapacidad del paciente para enfrentarse al estrés del ambiente o a cualquier acontecimiento o evento común. El funcionamiento social está basado en la teoría de roles, la cual gira alrededor del desempeño de roles de las personas en determinadas situaciones sociales, así como de los antecedentes y condiciones que concurren a determinar las variaciones de desempeño de cada individuo. La atención principal se fija en la conducta social del sujeto y, en este sentido, la Teoría de Roles cierra la brecha entre el individuo y su grupo y entre su historia personal y la organización social. El estudio del individuo en forma aislada no tiene cabida en la Teoría de Roles. El funcionamiento social ha sido evaluado en términos de ajuste, desajuste, funcionamiento efectivo, disfunción, normas sociales, reporte social, adaptación, desadaptación, conducta social, desempeño de roles, etc., para lo cual existe una variedad de escalas, que se revisan en este artículo. No existe un consenso acerca de los distintos conceptos de funcionamiento social, ni tampoco acerca de las diversas formas de evaluación, por lo que se ha concluido que cualquier acuerdo científico estaría basado más que todo en una persuación teórica que un acuerdo sobre el tema en sí mismo. Se sugiere elaborar y diseñar escalas de funcionamiento social ya que aparentemente en Latinoamérica no se ha abordado a fondo este tema de estudio. Es importante que se opere un cambio sustancial en la medicina y psiquiatría tradicional, de manera que se tomen en cuenta los factores sociales como elementos importantes en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento del paciente mental.