Hacia el perfil psicológico del trabajador de la salud. (La formación del pensamiento clínico)

Abstract

El pensamiento clínico se forma en el curso de la carrera, continúa desarrollándose con la práctica y perfeccionándose con el estudio permanente en el desempeño profesional o de posgrado. La medicina es una de las ciencias que tienen carácter práctico, aplicado. La actividad práctica del trabajador de la salud en mucho depende de su experiencia y su intuición. La medicina es arte y es ciencia. Como ciencia es la suma de los datos que se han acumulado en el proceso del conocimiento científico del ser humano y del medio que le rodea, pero para utilizarlos en la práctica debe desarrollar las habilidades hasta un nivel artístico. El creciente nivel de las investigaciones científicas, vinculado al vertiginoso desarrollo de la biología, la física, la química y otras ramas científicas, cambia en forma radical muchas de las concepciones teóricas y posibilidades prácticas de la medicina en su tarea de prevenir y tratar las enfermedades. Pero por muy grandes que sean los logros de las distintas disciplinas teóricas y de la técnica, por más que se perfeccionen los instrumentos de diagnóstico, lo principal en el reconocimiento de las enfermedades sigue siendo el pensamiento clínico, el acercamiento del trabajador de la salud a su paciente y el conocimiento de su personalidad y particularidades individuales. En nuestro trabajo partimos del principio de que si bien la máquina puede ayudar al médico a reconocer los padecimientos, jamás podrá sustituirlo en la comunicación humana con el individuo enfermo y sus familiares y menos desarrollar ese "amor terapéutico" tan indispensable para movilizar los recursos individuales necesarios para su recuperación. El trabajador de la salud debe utilizar racionalmente los logros de la técnica en la medicina pero no postrarse ciegamente ante ellos.