Evolución del consumo per capita de alcohol en México
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Abstract
En este trabajo se presentan datos sobre el consumo per capita de alcohol en México, desde 1970 a 1989, en base a las ventas reportadas por la industria de bebidas, incluyendo las importaciones y excluyendo las exportaciones. El consumo percapita es un indicador objetivo de fácil obtención, que permite contar con series de años, evaluar las tendencias y compararlas con el de otros países. Sus limitaciones radican en que no se incluyen las bebidas que no tienen control fiscal y/o sanitario y que sólo proporciona una estimación homogénea del consumo y sólo esta disponible a nivel de la República, por lo que no arroja información sobre las diferencias en la ingestión de alcohol en los subgrupos de la población o en las regiones. El consumo per capita en el país ha variado en el periódo estudiado, incrementándose hasta alcanzar su punto más alto entre 1979 y 1980; para posteriormente disminuir ligeramente manteniendo niveles más elevados que los de los años iniciales de la serie. El consumo per capita en 1989 fue de 4.7 litros de etanol para la población mayor de 15 años (3 litros para la población total). En comparación con otros países incluyendo a los de Latinoamérica, el consumo en México es bajo. La ingestión de etanol en México está representada principalmente por la cerveza (alrededor del 70%), seguida de los destilados (casi el 30%) y, en forma menor, por los vinos (1%). Otras bebidas como las sidras y licores tienen poca importancia, al igual que la de los vinos de mesa; éstos últimos aunque no son muy importantes han registrado un aumento en las ventas a través del tiempo. Los destilados, en cambio, parecen haber ido disminuyendo su importancia relativa a través del tiempo, tal vez por el consumo de cerveza y vinos de mesa. Dentro del mercado de los destilados, los brandies han ido cobrando cada vez más importancia en las ventas, seguidos de los rones y, en tercer lugar, los tequilas. El tequila, a pesar de ser la bebida nacional, se ha visto desplazado por los rones, en lo que respecta a los destilados. La producción y venta de estas bebidas ha mostrado una tendencia a concentrarse cada vez en un menor número de firmas, adquiriendo un carácter oligopólico. Así, pocas y poderosas empresas han desplazado a otras más pequeñas y/o de caracter familiar, compitiendo fuertemente por el mercado de consumidores a través de numerosas estrategias promocionales, de una eficaz distribución y de un alto gasto publicitario. Las recientes políticas económicas hacia la apertura a las importaciones han permitido aumentar la disponibilidad de bebidas. A través de los datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Adicciones se sabe que las bebidas circulantes en México son consumidas por cerca de la mitad de la población, y que en una pequeña proporción de los bebedores son responsables del consumo de las altas cantidades de alcohol. Se menciona la ingestión de otras bebidas no incluidas entre las industrializadas como el pulque y el alcohol de 96 y aguardientes regionales, en especial entre la población de escasos recursos. Los problemas vinculados al consumo son diversos, y van desde los asociados al consumo crónico y excesivo, hasta las muertes por cirrosis hepática; también están los de tipo agudo y de índole social, tales como los accidentes y violencias con marcadas diferencias regionales.
Keywords:
adicciones, alcoholismo, farmacodependencia