Al borde de la muerte: problemática suicida en adolescentes

Abstract

La mayor parte de la población de la República Mexicana está constituida por gente joven. Es por ello que la atención de los problemas de salud en este sector se hace más que necesaria. En la actualidad el suicidio es uno de los fenómenos que se presenta en un alto porcentaje entre los jóvenes. En 1992, el número de casos en el grupo de 15-24 años fue de 522, para 1995 la cifra aumentó a 958. Por otro lado, se ha observado en casi todo el mundo que los hombres suelen suicidarse en mayor número que las mujeres (en una proporción de tres por uno), en tanto que las mujeres lo intentan más. Además de las diferencias cuantitativas, existen otras con relación a los métodos utilizados: los hombres tienden a emplear el ahorcamiento y las armas de fuego, mientras que las mujeres se inclinan por las sustancias. Estos datos permiten recurrir al enfoque de género para tratar de alcanzar un explicación que clarifique la razón de estas variaciones; una de las propuestas emergidas de esta aproximación hace referencia al malestar emocional como un concepto que rebasa la simple polaridad de la salud y la enfermedad, ya que involucra el entendimiento de la noción de psicopatologías de género. En este trabajo se presenta una visión general de la conducta suicida en la población adolescente a través de algunas investigaciones realizadas en México sobre este tema, visualizándolo como un importante problema de salud mental. Posteriormente, se abordan las líneas de investigación que se han desarrollado en este sentido en la División de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales del Instituto Mexicano de Psiquiatría. Los trabajos de investigación al respecto se iniciaron en 1987 y, a la fecha, se han generado diez publicaciones con los resultados de dichas investigaciones. Fuera del Instituto se han realizado siete, en el período de 1955 a 1998 (trabajos publicados en revistas contenidas y reportadas en las bases de datos consultadas). Teniendo en consideración este panorama, se intenta abordar la problemática desde el punto de vista psicosocial, para delimitar posibles asociaciones con otras variables que ayuden a comprender el fenómeno y a identificar factores protectores y de riesgo. En este sentido, se ha visto que el principal factor de riesgo en los hombres es el ambiente familiar disfuncional, el sentirse en desventaja con sus amigas, la baja autoestima, la impulsividad, la mala comunicación con la madre y el preferir aislarse en situaciones problemáticas. Apartir de los resultados de diversas investigaciones, se puede considerar que es necesario incursionar en la investigación aplicada para diseñar y evaluar programas preventivos de la conducta suicida en poblaciones tradicionalmente no consideradas de alto riesgo, como puede ser el caso de la población adolescente escolar. Asimismo es importante implementar servicios eficientes de salud mental para niños y adolescentes, los cuales incluyan el desarrollo de programas educativos para fomentar la salud emocional y la detección temprana de los factores de riesgo del suicidio, en conjunto con estrategias pertinentes para incidir de manera efectiva en el manejo y prevención de la problemática suicida.