Salud Mental

Validez del Cuestionario Breve de Tamizaje y Diagnóstico (CBTD) para niños y adolescentes en escenarios clínicos

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Jorge J. Caraveo Anduaga

Resumen

Introducción: En los niños, la psicopatología puede entenderse como un desarrollo normal que se ha vuelto inapropiado o desviado. Esto quiere decir que hay conductas esperables a cierta edad, pero que si persisten pueden convertirse en patológicas. Cuando algunos rasgos, signos o conductas son especialmente llamativos y se presentan de manera conjunta y frecuente, convencionalmente se habla de síndromes. En México, a finales de la década de 1980, empezamos a trabajar con el Cuestionario de Reporte para Niños (RQC) elaborado hacia fines de la década anterior, en el contexto de un estudio de colaboración promovido por la Organización Mundial de la Salud para extender la atención primaria a los problemas de salud mental en países en desarrollo. El instrumento mostró tener un valor predictivo positivo (VPP) de 76% y un valor predictivo negativo (VPN) de 99%, y ha sido útil para detectar problemas de salud mental en la población escolar. Sin embargo, a partir de estos resultados no ha sido posible estalecer la prevalencia específica del tipo de problemas detectados. Por ello, la siguiente tarea fue construir un nuevo instrumento, el Cuestionario Breve de Tamizaje y Diagnóstico (CBTD), que complementara la experiencia obtenida a partir de la aplicación y de los resultados del RQC. A las 10 preguntas originales del cuestionario, este instrumento agrega 17 síntomas que frecuentemente son manifestados en la consulta externa de los servicios de salud mental y que también se incluyen en uno de los instrumentos más utilizados mundialmente: la Lista de Conductas de los Niños, CBCL-P, de Achenbach. Objetivo: Evaluar la validez concordante y la eficiencia de los algoritmos diagnósticos del Cuestionario Breve de Tamizaje y Diagnóstico para niños (CBTD), en comparación con el diagnóstico psiquiátrico realizado en los servicios clínicos especializados. Método: La muestra de los pacientes fue elegida al azar. Incluyó a niños y adolescentes entre 4 a 16 años, cuyo familiar, usualmente la madre, accediese a participar en el estudio. El diagnóstico de los psiquiatras, ciegos a la información del cuestionario, se recabó al final de la jornada a partir de los expedientes clínicos y se expresó en términos de la Clasificación Internacional de las Enfermedades, CIE-10. Para evaluar la confiabilidad de los diagnósticos, se revisaron los expedientes clínicos de los pacientes atendidos en el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro, a fin de recabar los diagnósticos asignados en los servicios clínicos a donde fueron referidos. La confiabilidad entre entrevistadores para los diagnósticos de trastorno por déficit de la atención, trastornos depresivos, de conducta y de ansiedad mostró acuerdos satisfactorios con un rango de valores de Kappa entre 0.60 y 0.83. Para evaluar el acuerdo en el presente estudio, se utilizaron los estadísticos Kappa y Yule. Además, para evaluar la eficiencia de los síndromes, se calcularon la sensibilidad, la especificidad y los valores predictivos positivos y negativos. Resultados: Se estudió un total de 530 pacientes. Para un primer análisis, se incluyeron a aquellos pacientes que tuvieran hasta tres síndromes en el CBTD, con lo que quedó un total de 102 sujetos. El acuerdo diagnóstico fue aceptable (Yule: 0.43 – 0.55). La sensibilidad (rango: 71 a 84%) y el valor predictivo negativo (rango: 85 a 97%) son mayores para las definiciones más amplias de los síndromes, mientras que la especificidad y el valor predictivo positivo son superiores para las definiciones más restringidas de un probable diagnóstico. Al incluir el total de los pacientes estudiados, la sensibilidad mostró un rango entre 54 y 95%, y un valor predicitvo negativo con un rango entre 70 y 98% para los diferentes algoritmos diagnósticos, lo que indica que el instrumento breve posee una adecuada eficiencia. Conclusión: La eficiencia y validez concordante del CBTD son satisfactorias y de gran utilidad potencial en la atención primaria a la salud. El instrumento desarrollado no sólo permite estimar la prevalencia de “casos” en la infancia y adolescencia, sino también evaluar la presencia de diferentes síndromes, que permitirían establecer una vigilancia clínica, instrumentada, de la salud mental en la población infantil y adolescente.
Palabras clave:
Niños, adolescentes, validez, instrumentos, salud mental