Salud Mental

Estudio de una banda juvenil en una comunidad de alto riesgo: resultados de la fase de iniciación de la relación

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Carlos Santamaría
Sergio Alberto Obregón
Laura Figueroa
Raúl Sosa
Sergio Stern

Resumen

Con el crecimiento desproporcionado de la Ciudad de México y el agravamiento de la crisis socioeconómica por la que el país atraviesa, el fenómeno de las bandas juveniles ha empezado a cobrar gran fuerza, llamando la atención de varios grupos de investigadores que quieren entender la peculiar problemática que se desenvuelve a su alrededor: pobreza, marginalidad y drogas por un lado; comportamientos característicos de la adolescencia, tanto destructivos como constructivos, por el otro. Sin embargo, muy pocos estudios se han realizado en este campo, sobre todo estudios que vayan y penetren directamente al lugar donde habitan estos jóvenes, para investigar concretamente su modo de vida, su realidad material, la relación que existe entre ellos y los demás miembros de la comunidad, su percepción y visión del mundo. Este trabajo, realizado por cinco investigadores del Instituto Mexicano de Psiquiatría, constituye precisamente un intento de penetrar al quehacer cotidiano de una banda juvenil en una zona marginada de la Ciudad de México. Es un intento descriptivo, es decir, entrar al mundo de la banda y salir de aquél con un retrato que capture, en la mayor medida posible, algunas características de la vida de estos jóvenes. Partimos de la premisa de que para entender la problemática que representan estos agrupamientos es necesario emprender un estudio de sus conductas, pero desde el ámbito natural en donde estas se desarrollan. Por lo tanto, se diseño una investigación de tipo naturalístico, siguiendo una metodología apropiada para penetrar al mundo habitado por la banda. Se escogió la técnica de Observación Participante por medio de la cual los investigadores participan en diferentes actividades con el grupo de estudio, en este caso los jóvenes banda, e informan de todo lo hecho y de sus impresiones en diarios de campo. Esta es una buena técnica para resquebrajar la atmósfera de desconfianza que hay al principio de toda investigación naturalística. Es muy importante la manera como se establecen las relaciones de confianza y el clima de trabajo necesarios para poder llevar a cabo el estudio. Nosotros invertimos ocho meses en este arduo y difícil proceso, tiempo en el cual se trabajó directamente con la banda y con otros miembros de la comunidad, como sus familiares, para poder ganarnos su confianza. Aquí se dan algunos de los resultados. La banda estudiada habita en una comunidad marginada al poniente de la Ciudad de México, por lo que sus integrantes están expuestos a todos los problemas que trae consigo el ámbito de la pobreza: escasa infraestructura sanitaria, ingreso menor al salario mínimo, desempleo, baja escolaridad, etc. La banda está conformada por unos 30 o 35 miembros de 11 a 29 años de edad (de 14 a 17 años como promedio). Todos incurren en el consumo de drogas; las que más se consumen son los inhalables (cemento y tíner especialmente), la mariguana y el alcohol. La mayoría de ellos empiezan a inhalar entre los 8 y los 11 años. La banda está dividida entre los que consumen mariguana solamente y los que consumen mariguana e inhalables. Los primeros generalmente ocupan los puestos de liderazgo dentro de la banda. Los segundos son los que demuestran el mayor deterioro, tanto físico como mental. Algunos miembros de la banda hacen un juramento religioso para no inhalar por determinado tiempo, por el efecto tan devastador de estos químicos sobre la persona. En cuanto a la dinámica del consumo, éste ocurre generalmente como un acontecimiento rutinario y ritualizado: la mariguana se comparte entre un grupo de miembros, y el que la consigue establece la pauta; los inhalables a veces se comparten, pero normalmente el inhalador trae su recipiente del cual inhala constantemente. Los actos delictivos son otra modalidad que caracteriza a la banda. Muchos de sus miembros roban por ser una manera fácil de conseguir dinero, y ellos lo necesitan debido a la situación precaria y pobre en la que viven. La relación que estos jóvenes tienen con la policía es de un constante intercambio de agresión. La mayoría de ellos se encontraba desempleado o subempleado, trabajando sólo ocasionalmente, y sólo el 50% había completado los estudios primarios. Los jóvenes aquí estudiados se reúnen en una banda que no está estructurada rígidamente como un comando militar. Más bien se juntan para platicar, robar cuando se necesita, defenderse de las agresiones de otras bandas, consumir drogas o simplemente para pasar el rato. No tienen un líder pero los más ágiles y los que mejor pelean tienden a ser los más respetados. La banda constituye un vehículo de prestigio y gratificación para estos jóvenes: el pertenecer a ella es considerado como un privilegio, ya que en ella encuentran una fuente de solidaridad que, aunque a veces frágil, no se manifiesta en otras áreas de sus vidas. La relación de la banda con las dependencias gubernamentales es de desconfianza y falta de credibilidad. Algunos de sus miembros parecen tener un profundo sentimiento religioso. La banda tiene una relación ambivalente con el resto de la comunidad: Muchas veces son rechazados por su comportamiento antisocial; sin embargo, los jóvenes constituyen una reserva de mano de obra para realizar los trabajos pesados requeridos por la comunidad. A fin de cuentas, son parte integral de ella. Paradójicamente, aunque la banda representa para los jóvenes un vehículo de apoyo, la relación entre ellos está caracterizada por intercambios agresivos. Desde su punto de vista, esta manera de relacionarse parece normal y adecuada, hasta fraternal. Pero desde el nuestro, resulta evidente que saber ser violento y agresivo es indispensable para subsistir y ser aceptado como miembro integrante de la banda y como miembro de la comunidad en que ésta se encuentra. Al terminar esta fase en la que se inicia la relación, concluimos que para entender el fenómeno de las bandas juveniles en las zonas de alto riesgo de la Ciudad de México, es necesario tomar en cuenta dos factores: adolescencia y marginalidad. La banda está considerada como la expresión resultante del juego entre la problemática de la miseria y las características particulares de la etapa adolescente del desarrollo. Fue indispensable iniciar cuidadosamente la relación para poder establecer relaciones de confianza con los integrantes de la banda y con los demás miembros de la comunidad, y así sentar las bases para hacer dos estudios más con respecto a las bandas juveniles: uno dedicado a investigar el funcionamiento y la estructura de las familias de estos jóvenes-banda, y otro dedicado a analizar detalladamente el comportamiento social, el consumo de drogas y los patrones de violencia y delincuencia de esta banda juvenil.
Palabras clave:
adicciones, bandas, comportamiento, comunicación, conducta, delincuencia, psiquiatría del adolescente, psiquiatría social, violencia, banda juvenil, estilos de vida, México, áreas de pobreza, madurez