Salud Mental

La experiencia musical como factor curativo en la musicoterapia con pacientes con esquizofrenia crónica

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Esther Murow Troice
Juan José Sánchez Sosa

Resumen

Este artículo tiene por objeto examinar el empleo de la musicoterapia en la percepción de bienestar, según las respuestas de un grupo de pacientes de esquizofrenia durante y como consecuencia del tratamiento con musicoterapia. Un propósito adicional es describir cómo evoluciona la percepción del empleo y de la utilidad de la experiencia musical como recurso terapéutico y su relación con los cambios en los síntomas negativos obtenidos en evaluaciones con el PANSS. Para ello se estudiaron 15 sujetos con diagnóstico de esquizofrenia en fase crónica, de varios tipos. Este grupo formaba parte del Programa de Rehabilitación Integral de Pacientes con Esquizofrenia del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, en la Ciudad de México. Los sujetos del estudio formaban parte de una muestra mayor (N= 42) de pacientes con esquizofrenia asignados aleatoriamente a tres tipos de tratamientos psicosociales, de los cuales uno fue la musicoterapia. Los pacientes asistieron a un promedio de 35.8 sesiones de un total de 40 que incluía el programa (89.5%). Estas se llevaban a cabo dos veces por semana y duraban una hora. El trabajo del grupo lo conducía una musicoterapeuta certificada. En el trabajo con musicoterapia se emplearon técnicas de improvisación musical clínica. La improvisación musical clínica tenía por objeto mejorar la comunicación verbal y no verbal, brindar un medio a la autoexpresión, fomentar la interacción interpersonal, desarrollar habilidades para la interacción grupal, brindar estimulación sensorial y desarrollar la creatividad. Para evaluar tanto el bienestar de los pacientes a lo largo del tratamiento como su percepción de la experiencia en el trabajo con la música, se desarrolló una breve forma del registro de bienestar en la sesión de musicoterapia, que era llenado por los pacientes al principio y al final de cada sesión. En la primera parte del cuestionario, se les pedía que calificaran en una escala de 1 a 10 (de muy mal a muy bien), cómo se sentían al iniciar la sesión y cómo se habían sentido en la última semana. La segunda parte del cuestionario se respondía al final de la sesión, y en ella se le pedía al paciente que calificara cómo se sentía después de la misma y que señalara para qué le había servido el trabajo de improvisación con instrumentos musicales. A los pacientes también se les aplicó la escala de Síntomas Positivos y Negativos de la Esquizofrenia (PANSS). Los resultados indican, en general, que los pacientes informan de una mejoría en su sensación de bienestar a lo largo del tratamiento. Las respuestas muestran que, a partir del tercer mes de tratamiento, se encuentran diferencias significativas entre cómo se sentían cuando iniciaron y en ese momento del tratamiento. Esta sensación de bienestar permanece hasta el final del tratamiento. Aunque no se encontraron diferencias significativas en las puntuaciones del PANSS antes y después del tratamiento, sí se observó una tendencia y cercanía a la significancia en la escala de síntomas negativos. Asimismo, la correlación significativa entre la sensación de bienestar reportada por los pacientes y la disminución de los síntomas negativos indica que, cuanto menos síntomas negativos había, mayor era la sensación de bienestar. Los resultados de las evaluaciones de los pacientes de este grupo permiten afirmar que la musicoterapia ayuda a disminuir los síntomas negativos, como lo han informado Tang y colaboradores. En cuanto a la percepción de para qué les sirvió tocar los instrumentos, los porcentajes correspondientes permanecieron estables. Los aumentos más importantes incluyeron “divertirme”, con un aumento de 26.7% al final del tratamiento, y “encontrar una solución a mis problemas" (27.7% de aumento). Puede ser que sentirse mejor les permita disfrutar más de las actividades musicales lo cual, en este tipo de pacientes, es importante por la anhedonia que caracteriza a la enfermedad y que tanto afecta el funcionamiento social. La respuesta de que tocar los instrumentos les permite encontrar soluciones a sus problemas puede resultar del aprendizaje que se adquiere a lo largo del tratamiento y de experimentar el trabajo con la música como medio de mejoría. De ser así, éste podría considerarse como uno de los factores curativos en la musicoterapia, en que la música se considera un elemento principal más que secundario. La disminución en el porcentaje de las respuestas relacionadas de «relajarme» y «expresar mis sentimientos» podría indicar que el trabajo con la música, además de "catártico" como suele ser al inicio del tratamiento, permite un empleo más dirigido al desarrollo de habilidades sociales y a encontrar una forma de resolver algunas dificultades, sobre todo en el área interpersonal. El empleo de la musicoterapia en pacientes con esquizofrenia ha mostrado ser una intervención que genera resultados positivos para mejorar el funcionamiento de este tipo de pacientes. Los resultados obtenidos con los participantes del presente estudio muestran que los pacientes se van sintiendo mejor a lo largo del tratamiento. Los informes de los pacientes indican que cada vez se sienten mejor, frecuentemente aun desde el principio del tratamiento. Esta percepción de mejoría puede funcionar como factor para facilitar la permanencia y la participación activa en el tratamiento. La mejoría en la sensación de bienestar y su asociación con la mejoría en los síntomas negativos es uno de los efectos que ha mostrado tener la musicoterapia en pacientes con esquizofrenia. El hecho de que este efecto se presente gradualmente y permanezca a lo largo de los seis meses, o más, puede considerarse como un efecto importante de la musicoterapia. Asimismo, que muchos pacientes puedan emplear la experiencia musical como elemento curativo puede entrañar dos implicaciones relevantes. Por un lado, es probable que con la musicoterapia aparezcan cambios correctivos (sensoperceptuales, interpersonales, etc.), ligados precisamente a la experiencia con la música; por otro, las observaciones clínicas informales sugieren que los pacientes adquieren paulatinamente mayor capacidad para entender algunas de sus dificultades y tratar de encontrarles solución. Como ya se ha mencionado, la anhedonia es uno de los síntomas que más afectan el funcionamiento social. Si los pacientes son capaces de divertirse y disfrutar de esta experiencia, no es exagerado sugerir que han ocurrido cambios en su capacidad hedónica, con la concomitante disminución de algunos síntomas negativos. Es muy probable que la experiencia de la improvisación musical en una situación de grupo, en un ambiente relativamente relajado y de aceptación, sea un factor que fomente la sensación de bienestar como inicio de un mejor funcionamiento psicosocial. En este caso es de considerarse que la experiencia musical y la improvisación musical clínica, con todas sus características, constituyen importantes factores curativos, quizá esenciales en el empleo de la musicoterapia en pacientes con esquizofrenia crónica.
Palabras clave:
esquizofrenia, musicoterapia, factores curativos, terapias, tratamientos, tratamiento psicosocial, síntomas negativos