Salud Mental

El psiquiatra ante la paradoja de las grandes bases de datos y de los resultados clínicos mínimos

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Humberto Nicolini

Resumen

Las neurociencias con aplicación clínica pasan por un momento de gran crecimiento, gracias al desarrollo de tecnologías sorprendentes como la visualización de la función neuronal (la opto-neurociencia), el análisis de la expresión de genes en una sola célula, la neurociencia cognitiva que establece circuitos muy importantes de funciones mentales y cerebrales (mediante neuroimagen principalmente) y determinantes muy claros del perfil inmunológico en el Sistema Nervioso.1 Por otro lado, la epidemiología, en especial en países avanzados, ha pasado en pocos años de cuantificar muestras de cientos, a miles de personas, a cientos de miles y hasta el millón de personas (sólo en meta-análisis), para determinantes de la salud mental. Muchos de estos estudios ya cuentan con datos biológicos, como los estudios en Islandia o en Inglaterra, en donde los bio-bancos de datos relevantes concernientes a las enfermedades mentales empiezan a cobrar importancia en los titulares de la ciencia. Desafortunadamente, en México todavía son pocos los esfuerzos por contar con grandes bases de datos, a excepción de las colectadas en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.